Atrapada

Eran pasadas las 11 de una calurosa noche de verano y ella seguía sentada frente al ordenador intentando concentrarse en su trabajo. Se sentía agobiada, bloqueada, sin salida, como encerrada en la torre más alta de un castillo.

De repente sintió la necesidad de escapar. Cogió las llaves de su coche, su teléfono móvil y se fue a la playa. Estaba prácticamente desierta, a excepción de algunos pescadores que habían ido a pasar la noche.

Se tumbó en la arena y miro hacia el cielo en busca de las estrellas. La brisa del mar y el ruido del romper de las olas la ayudo a relajarse y se sintió algo más libre.

Una vez redimida esa sensación claustrofóbica debía buscar el origen de sus fantasmas.

Empezó a hacer balance de su vida. Se había pasado los 7 últimos años haciendo lo correcto y lo que tocaba en cada momento. En definitiva, lo que se esperaba de ella. "Se sentía atrapada en su propia imagen..."

Al fin y al cabo, habiendo hecho siempre lo correcto, las cosas no le habían ido demasiado bien. Tenía todo "lo material" que necesitaba en esta vida para sobrevivir; estudios, trabajo, no le faltaba un plato que llevarse a la boca, pero por dentro estaba vacía de experiencias, vivencias... había pasado por muchas decepciones tanto laborales como sentimentales.

Se había cruzado con gente con maldad a la que no le importaba llevarse por delante a alguien con tal de poder llegar alto o simplemente por tener lo que ella tenía. Gente con envidias, gente que sin motivo alguno se sentía inferior a ella y que para superarlo sentía la necesidad de rebajarla al máximo sin importarle sus sentimientos.

Por otro lado, tenía un gran defecto. Se entregaba siempre al máximo en todo lo que hacía y lo hacía de corazón, y eso la hacía mucho más vulnerable. No veía nunca la maldad en las acciones de la gente y no se cansaba de justificarlas y de buscar lo que ella había hecho mal para recibir aquellos ataques.

En cuestión de segundos se le pasaron por la mente mil recuerdos, experiencias, sensaciones y sentimientos buenos y malos vividos hasta entonces. De repente las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos...

Necesitaba volar, descubrir, compartir, fantasear, aprovechar cada minuto como si fuese el último para sentirse viva. ¿Era eso malo?, Quizá le importaba demasiado lo que la gente esperaba de ella..., ¿Cómo abrir su mente para no sentirse culpable y poder dejarse llevar por sus impulsos, sentimientos, corazonadas? (No obtuvo respuesta...)

Cuando volvió a sentirse con fuerzas se levantó, se sacudió la arena y regresó a la torre del castillo de la que por unos instantes había podido escapar...

Espero que os guste... Besitos a todos